De acuerdo a Alfonso Quiroz, la
corrupción le cuesta anualmente al Perú el 30 % de su presupuesto nacional,
pero a este dato habría que agregarle los costos que implican a la ciudadanía,
costos económicos así como sociales; los dineros públicos que se pierden bien
podrían servir para atender a esa gran cantidad de familias que no cuentan con
servicios básicos o para mejor los niveles educativos y nutricionales de
nuestros niños, pero los corruptos son indolentes y para ellos primero están
sus bolsillos.
Luego de asistir esta dura realidad,
¿como queda el sentimiento ciudadano?, ¿que sin sabor queda al peruano que eligió
a sus presidentes, con el fin de que hicieran realidad las esperanzas populares?,
ahora se dan cuentan que sus representantes no eran otra cosa que voraces aprovechadores
que terminaron por hacer suyo y de manera indebida, el dinero del pueblo; el
Perú salía de una vorágine de corruptela en el gobierno de Alberto Fujimori y
encontró a su redentor en Alejandro Toledo, que terminó por ser un corrupto más
en la historia, hoy se confirma con el caso Lava Jato; por su parte los
apristas y el mismo Alan reclaman estar limpios, pero se olvidan que Alán no
fue absuelto, sino que su caso prescribió, igual de comprometido se encontraría
el presidente Humala y por si fuera poco, en este oscuro concierto, aparecen
presidente regionales y hasta alcaldes y alcaldesas.
Ante estos hechos muchos
funcionarios, amigos y co-partidarios de los presidentes han comenzado a marcar
distancias, o creo que más apropiado sería decir a zafar cuerpo, principalmente
en el caso de Toledo, donde muchos de sus funcionarios y amigos han dicho que
como se podría saber de la intenciones corruptas de Toledo cuando el fue el que
se “fajo” por la democracia, señores, Toledo mostro su corrupción desde el
momento de la famosa marcha de los Cuatro Suyos, aquí el millón de dólares con
que el multimillonario Geoge Soros financió la protesta, terminó en cuentas de
un sobrino de Toledo, luego Alvaro Vargas Llosa terminaría denunciando estos
hechos, más tarde Eliane Karp, esposa del presidente terminó involucrada en el
tema del banco Wisse y otros nombres del entorno de Toledo saltaron producto de
la corrupción, Almeida; Diez Canseco, primer vicepresidente, etc, etc, con tod
esto, ¿no se dieron cuenta de la corrupción, Toledo era corrupto, este tipo
vino a hacerse de dinero a costa del tesoro público.
Pero ya sabiendo que tres ex presidentes
se encuentra bajo sospecha, cabe preguntarse y el actual?, no hay que olvidar
que su historia comienza en el primer gobierno de Belaunde, donde se le acusa
de haber favorecido a IPC, Kuczynsky fue ministro de Toledo y lo fue durante el
periodo en se dieron los negociados con Odebretch, por lo mismo debe ser parte
del proceso de investigación; este es el cuadro que vive el Perú, con un presidente preso, tres bajo sospecha y
otro, el actual que bien cabe en el marco.
Ese el Perú, un país que nació
en corrupción, donde hasta los libertadores tienen sus pecados y los héroes nacionales
no se escapan a la plaga, en fin, se podría terminar concluyendo que el estado
mismo se encuentra bajo sospecha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario