lunes, 15 de febrero de 2016

VOTO EN BLANCO: La democracia según Saramago


Justo cuando en Perú asistimos a un nuevo proceso electoral  me encuentro por  casualidad con Ensayo sobre la Lucidez de José Saramago,  un libro que obliga a repensar el mundo en que vivimos y que obliga a preguntarse: ¿Cuanto puede un pueblo llegar a cansarse de sus autoridades, de sus instituciones, de sus políticos, de sus reglas impuestas? y, después de la lectura la respuesta que podemos dar es solo una: mucho, hasta el hartazgo, pero si la respuesta es esa después de la lectura del libro, después de la lectura de nuestra realidad, la respuesta sigue siendo la misma.

Y es que la realidad que vivimos ya parece ficción, los políticos llegan al poder con artimañas y engaños, dilapidan el tesoro público, no les pasa nada, vuelven a postular, vuelven a salir elegidos, vuelven a dilapidar y tampoco les pasa nada; los políticos han cambiado el significado de la palabra político, ahora es sinónimo de corrupto, caradura, ´sinvergüenza, mentiroso y una serie más de adjetivos que descalifican a las personas, pero es la realidad y esa realidad a llegado a cansar a los ciudadanos, los llevado a no creer en sus autoridades, a no creer en sus políticos, a no creer en sus instituciones, pero en el mundo de la democracia representativa como en el Perú, cada cinco años queda la posibilidad de soñar con  elegir a un nuevo conductor de la patria; el problema surge cuando los candidatos son los de siempre, con las denuncias de siempre, con las ridiculeces de siempre, con los discursos de siempre y con los tránsfugas de siempre y cuando surge alguien con algún viso de honestidad, los medios de comunicación son los que se encargan de lapidarlo, pareciera que en la actualidad se ha vuelto un delito ser honesto en política.

¿Pero es posible cambiar esta lacerante realidad?, al respecto Saramago plantea una solución más que interesante, en su libro esta formula casi se convierte en una invitación a una revolución en democracia, y lo plantea de tal manera que con un solo acto subversivo, se le quite la representación, nuestra representación a quienes sin nuestro permiso dicen representarnos, los políticos, el VOTO EN BLANCO es el arma de insubordinación, un acto legítimo que a pesar de tener todas la garantías legales, seguramente será considerada como subversivo por quienes sientan que ya nos nos engañan, que ya no somos ciegos, que hemos abierto lo ojos  y que ya nada será igual, así cambien sus palacios de gobierno y lleven sus ministerios lejos, así busquen culpables, así cerquen y acorralen nuestra libertad, ya nada será igual.

Mas allá de la fantasía literaria de Saramago, cuando miramos a nuestro alrededor y vemos en los que se ha convertido la política y en los que han convertido los políticos a nuestras instituciones, sabemos que la democracia libertaria que plantea el escritor es valedera y vigente, nunca la democracia tomaría mayor valor que siendo genuina expresión de la voluntad popular, habrá que pensarlo quizá la mejor manera de expresar nuestra indignación y nuestro repudio; habrá quizá que imaginar que sería si el día de votaciones cuando se destapen las ánforas y se realice el conteo se tenga que más del setenta por ciento de los votos están en blanco, se cumpliría quizá la democracia según Saramago.

"... Cuando nacemos, cuando entramos en este mundo, es como si firmaros un pacto para toda la vida, pero puede sucede que un día tengamos que preguntarnos quien ha firmado esto por mi, ..." 
    El Comisarios en Ensayo sobre la Lucidez
José Saramago