viernes, 25 de septiembre de 2015

CRIMEN Y CASTIGO EN EL PERÚ

El crimen ha invadido las pantallas de televisión y más allá de la espectacularidad casi holiwolense con que este tema es tratado por las empresas televisivas, estos hechos han sumido en la zozobra a la sociedad, no hay día en que no se descubra una granada de guerra en una ventana del vecindario o en medio de la calle, no hay día en que no se descubra un nuevo crimen o un vecino sea víctima de un robo o asalto; no es para menos la delincuencia sigue ganando terreno en nuestro país. 

El terror sembrado por la delincuencia es tan cierto que el Barómetro de la Américas 2014, publicado en El Comercio en abril de este año, reporta que por lo menos el 30.6% de la población ha sufrido un acto delictivo, al 26.4 % le solicitaron una coima durante el último año (2014), pero no solo eso, los robos en el vecindario son mencionados por el 57% de los encuestados, la extorsión en el vecindario está en el 9.1% y asesinatos en el vecindario el 14.7%; estos números son reforzados por los datos del INEI, respecto a la seguridad ciudadana, solo en el 2013 se detuvieron a 15,926 personas por robo, 11,826 por hurto, 6,652 por micro comercialización de drogas, 2,542 por TIC, 1,052 por homicidios, 2,403 por violación sexual, entre otros detenidos por diversos delitos, estos son datos que asustan. 

Como se puede ver por los datos consignados, el problema de la delincuencia es sumamente grave, más aún si consideramos que en las últimas semanas se viene encontrando en manos de la delincuencia casi una granada por día y por otro lado el presunto narcotraficante Gerald Oropeza se da el lujo de decir que su caso es una cortina de humo; que la esposa del Presidente de la República se encontraría implicada en actos de lavado de activos y el sistema judicial arregla las cosas para que casos como los de los petroaudios queden impunes sentando precedentes para otros casos y peor aún, Martín Belaunde se atreve hasta lazar amenazas a palacio de gobierno. 

Por favor, de qué modo podemos lograr la solución al problema que afronta la seguridad ciudadana, si vemos que los fiscales liberan a delincuentes encontrados en flagrante delito, si pese a las pruebas liberan a un delincuente que casi mata a su conviviente, que los altos oficiales de las fuerzas armadas no saben o al menos eso dicen, que sus almacenes sirven de abastecedores de granadas a la delincuencia organizada y hasta la fecha no hay sancionados; que podemos lograr cuando los medios de comunicación vuelven en héroes de las pantallas a los delincuentes y lo hacen bajo la careta de la libertad de prensa cuando en realidad todo lo hacen por el rating, claro eso es lo que da dinero, el bienestar ciudadano no les interesa para estos varones de las comunicaciones. 

No hay duda, el crimen avanza y el castigo se muestra renuente para llegar, pero esa renuencia no es casual, se anida en la corrupción que invade a nuestras instituciones, la policía, el ministerio público, el poder judicial, el Congreso de la República, esa situación nos hace sentir mucho más desprotegidos; mientras tanto el Presidente Humala y su ministro de justicia tratan de convencernos que con policías menos gorditos, que sacándolos de las puertas de los chifas que cuidaban en sus horas libres y con redundantes leyes sancionadoras, el crimen terminará, eso es casi imposible, lo que se tiene que hacer es renovar los equipos, si no se saca a los mafiosos de las instituciones tutelares, acabar con la delincuencia, a leyes más sancionadoras, mayores serán las coimas, no hay duda se requiere una reforma institucional y más allá una reforma del estado y sus sistema es la única solución. 

Esta situación que vivimos pone en plena vigencia la conclusión a la que se llega en un diálogo que referente al crimen que comienza a tener de presencia en su pueblo, hace el personaje principal de la última novela de García Márquez con el redactor de periódico en que ambos laboraban.: 
"…La situación nos invade en silencio como una mancha de sangre,.... El redactor judicial ya lejos gritó: 
- De sangre no, maestro, de mierda." 

25/09/2015

No hay comentarios:

Publicar un comentario