El Premier Pedro Cateriano, en un momento de la conferencia de prensa ofrecida ayer viernes 22 de mayo: "gobierno del presidente Ollanta Humala ha hecho todos los esfuerzos posibles para que esto se solucione a través del diálogo"; por supuesto la reflexión nadie lo creyó y solo fue la disculpa para anunciar el Estado de Excepción en la provincia de Islay en Arequipa.
Esta medida se disfraza como la búsqueda del estado de derecho, pero no es otra que una manera de acallar la voz de protesta de la población de Cocrachaca que desde hace 62 días se encuentra en paro, en protesta por la puesta en marcha del proyecto minero Tía María.
El Gobierno del señor Humala no ha podido lograr solucionar este problema y no ha encontrado otra manera que callar la voz del pueblo por medio de una medida coercitiva, pero lo grave del asunto es que nadie garantiza que en este espacio de tiempo sometido a emergencia, no termine implementándose el proyecto minero.
No se trata de una negación a ciegas, una negación fundamentalista, esto que vivimos es una negación popular que busca defender la vida, a través de la defensa del medio ambiente; más allá de malos dirigentes, el reclamo es justo y el gobierno no hace otra cosa que imponerse por la fuerza, esto no es otra cosa que una muestra de incapacidad.
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